El Cupugüevo (sustituto del huevo)

Entre las últimas intolerancias que me han detectado se encuentra el huevo y el almidón de trigo, así que toca de nuevo a volver a experimentar con el almidón de maíz (que rabia, con lo que me gustaba el almidón de trigo!!!!) y con los sustitutos para el huevo (esto es lo más difícil). Pero aquí tenemos mi CUPUGÜEVO!!!!

Se me ocurrió un invento de los míos que resultó parecer un huevo batido de verdad (la foto que veis no es un huevo sino mi invento), y Marisa de Cocina Fácil Sin Gluten lo bautizó como CUPUGÜEVO, y así se ha quedado el nombre porque la verdad es que me encanta!!!!

He tenido muchas dudas entre publicarlo o no, ya que unas veces el resultado era increíble y otras un desastre total. Por suerte la primera de ellas fue todo un éxito porque si no, no habría continuado experimentando con él. Pero tras esas mil pruebas, me he dado cuenta de que la culpa no es de este invento, sino de otros factores que ya tengo una idea de cuales pueden ser, y que os contaré en el siguiente post: la receta del roscón de reyes sin gluten, sin psyllium y sin huevo!!!

En primer lugar se me ocurrió que la famosa aquafaba (agua de los garbanzos) se utiliza como si fueran claras de huevo (hacen hasta merengues con ellas). En segundo lugar pensé que la yema contiene muchísima lecitina, con lo cual, debía añadir lecitina de soja a mi invento. Así que busqué los porcentajes de clara y de yema que tiene un huevo e hice mi cupugüevo usando el aquafaba como claras y mi mezcla de lecitina de soja como yemas.

Sin más preámbulos vamos con los dos únicos ingredientes que lleva mi cupugüevo y que debemos tener preparados (preferiblemente al menos uno) con antelación.

EL AQUAFABA

Nada más sencillo como comprar un bote de garbanzos en conserva y colarlos. El líquido resultante es el aquafaba. Tengo entendido que no todas las marcas funcionan bien así que eso será cuestión de probar. Las que yo he usado son «luengo» y «bonpreu«, y me han funcionado bien. También se pueda hacer casero, hirviendo los garbanzos en casa, pero la verdad es que por lo que he leído, es más difícil pillarle el punto de espesor necesario para que actúe, así que no me quise arriesgar y lo hice con los garbanzos en conserva que ya tienen la consistencia ideal. El aquafaba se guarda en un tarro en el frigorífico. No se cuantos días puede aguantar, pero he leído que se puede congelar en cubiteras usando la cantidad necesaria para un huevo (que en mi caso son 35 gramos), así solo hay que sacar un cubito del congelador cada vez que se quiera hacer un cupugüevo.

LA YEMA DE LECITINA DE SOJA: LECIYEMA

Esto sí es preferible tenerlo hecho con antelación y en cantidades más grandes. Debemos poner en un recipiente 6 gramos de lecitina de soja en polvo (o molida en casa si la compráis en gránulos) con 50 gramos de agua caliente. Con esta cantidad da para dos «yemas», y yo suelo hacer mucha más cantidad, principalmente al haber tenido que hacer tantas pruebas. Solo es cuestión de multiplicar y hacer por ejemplo 18 gr de lecitina con 150 gr de agua caliente. Es tan sencillo como remover vigorosamente con una cucharilla e ir chafando todos los grumos hasta que no queda ninguno. Lleva un ratito puesto que cuesta bastante de que quede homogéneo así que tomároslo con calma. Ir removiendo y dejándolo reposar unos 10 minutos, después volver a remover y así hasta que no quede ni rastro de la lecitina y sea como una crema viscosa y homogénea. Se mete en un tarro y a la nevera también.

Y ahora sí… el CUPUGÜEVO!!!!

Simplemente ponemos en un bol que sea alto, porque salpica, 35 gr de aquafaba y 25 gr de leciyema (no es necesario que estén a temperatura ambiente, yo los saco de la nevera al momento de hacerlo). Se bate durante 2 minutos con unas varillas eléctricas comenzando a velocidad mínima para ir subiendo la velocidad hasta lo máximo que podamos sin que nos salpique fuera del bol. Y ya está!!!! No me digáis que no parece un huevo batido?????

Voy a tener que practicar con este invento para ver las particularidades de cada receta porque supongo que las habrá. Por el momento el próximo post será el del roscón de reyes y la único que tengo claro es que la única diferencia con un huevo normal de gallina es que mi cupugüevo necesita el doble de tiempo de horneado. El resto de dudas o posibles fallos que he ido teniendo las pondré en el post del roscón para ir viendo algunas de ellas que a base de tantas pruebas he podido ir comprobando, pero aún queda mucho por experimentar!!!!

De momento y para poneros los dientes largos…….. este es el resultado del corte del roscó de reyes que publicaré en breve… una miga espectacular!!!! Tierna, esponjosa y aireada como si llevara huevo huevo!!!!